Esta receta es un dulce muy típico de Andalucía que está súper delicioso. La receta es de la abuela María y así es como le quedaron de espectaculares.

 

INGREDIENTES

 

300 gr. harina de trigo

Aceite de oliva virgen suave

(100 ml. para la masa y el resto para freír)

Toda la piel de 1 limón

Una copita de vino de Jerez

1 cucharada de semillas de matalahuga

Una pizca de sal

Para enmelar: 300 gr. de miel y agua

(También se puede rebozar con azúcar y canela molida)

 

 

 

 

 

ELABORACIÓN

 

Empezamos poniendo en una sartén el aceite suave, al calentarse añadimos la piel del limón y las semillas de matalahuga y lo cocinamos durante 5 minutos a fuego medio. Retiramos del fuego y lo dejamos templar.

 

Ahora cogemos  un bol, introducimos la harina, 100 ml. del aceite que acabamos de aromatizar, la copita de vino, la pizca de sal y las semillas de matalahuga fritas que las machacaremos un poco previamente en un mortero. Mezclamos con un cucharón y seguimos trabajando la masa sobre la encimera de la cocina hasta que quede una bola compacta que no se nos pegue a los dedos y manos. La dejamos reposar tapada con un paño durante 45 minutos.

 

Seguimos en la encimera y con un rodillo estiramos bien la masa hasta dejarla fina y cortamos trocitos de unos 7x7 cm. más o menos. Se pueden hacer lacitos uniendo dos esquinas opuestas o simplemente enrollarlos, como queráis. 

 

El siguiente paso será calentar la sartén a fuego medio con el aceite que tenemos aromatizado. Esto es importante porque si está poco caliente la masa queda cruda y si de lo contrario el aceite está muy caliente se dorarán rápido y quedarían crudos, así que ojo. Los vamos friendo a poquitos y dejamos escurrir en papel absorbente.

 

Ya sabéis que se pueden rebozar ahora en azúcar y canela una vez fritos, pero nosotros vamos a darle un delicioso baño de miel y para ello calentamos la miel en un cazo con unas cucharadas de agua hasta conseguir un almíbar líquido aunque un poco meloso. Vamos sumergiendo los pestiños y los escurrimos en una rejilla. Dejamos que escurran y se enfríen del todo.